El último de los González, hermano pequeño de Joaquín. Lo único que el tiempo ha respetado en el parecido de los hermanos es el color de los ojos. Chema, o Chemita, mantiene el pelo de la cabeza y es de complexión fibrosa, igualito que Joaquín... Soldador profesional, es introvertido y apenas habla, pero cuando lo hace sube el pan. Su mayor ilusión sería irse de casa y perder de vista a su familia, pero las circunstancias laborales no ayudan. Las pocas veces que se ve a Chemita por casa es practicando Wing Chun, una disciplina marcial que combina el kung fú con el yoga y no puede utilizar en la calle por su efecto mortal. Ni siquiera lo hizo el día que su compañero de trabajo le puso la cara como un pan. Y no porque no quisiera, sino porque no vio venir la primera patada y despertó a la hora sin saber dónde estaba. Chema es el típico chaval que no se mete con nadie, pero si un día te enteras de que ha matado a quince personas con una catana no te extraña.